Los profesionales de las relaciones públicas tienen la responsabilidad de defender a sus clientes y, al mismo tiempo, mantener la confianza del público. Lograr el equilibrio adecuado entre la defensa de sus intereses y la transparencia es uno de los principales desafíos éticos en PR.
Por un lado, los profesionales de las relaciones públicas deben promover y defender los intereses de sus clientes; por otro, son responsables de proporcionar una comunicación precisa, veraz y ética al público. Navegar por este espacio requiere una sólida brújula ética y un compromiso con los valores.
El papel de la transparencia en las relaciones públicas
La transparencia en las relaciones públicas es fundamental porque ayuda a generar confianza entre una organización y sus stakeholders. Ya sea que se trate de medios de comunicación, consumidores o inversores, la comunicación honesta y clara es esencial.
Las agencias de relaciones públicas suelen estar en la posición de crear la narrativa en torno a los productos, servicios o imagen pública de sus clientes, lo que significa que pueden contribuir a la comprensión pública u ocultar hechos importantes.
La transparencia no sólo exige decir la verdad, sino también garantizar que no se oculte ni se distorsione. Por ejemplo, durante una crisis, un profesional de relaciones públicas puede verse tentado a restar importancia a la información negativa o retrasar su divulgación, pero esas acciones pueden resultar contraproducentes.
El público suele ver la honestidad, incluso en situaciones difíciles, de forma más favorable que los intentos de ocultar u oscurecer la verdad. Una crisis bien gestionada, basada en la transparencia, a veces puede incluso fortalecer la reputación de una marca al demostrar responsabilidad e integridad.
Advocacy: Defensa de los intereses del cliente
Si bien la transparencia es importante, los profesionales de las relaciones públicas también actúan como defensores de sus clientes. Esta función de defensa requiere promover la perspectiva del cliente, defender sus acciones y garantizar que su voz se escuche en el discurso público. El desafío consiste en hacer todo esto sin dejar de respetar los estándares éticos.
La defensa de una causa en las relaciones públicas no significa promover falsedades o engañar al público, sino más bien presentar la perspectiva del cliente de una manera justa y precisa. Un aspecto clave de la defensa ética es asegurar que la información presentada al público no solo sea veraz sino también completa.
La divulgación selectiva de información, incluso si es técnicamente precisa, puede dar lugar a percepciones erróneas y, en general, se considera poco ética en la profesión.
Desafíos éticos: conflictos de intereses y manipulación
Uno de los problemas éticos más comunes en las relaciones públicas es el conflicto de intereses. Los profesionales PR pueden verse tentados a priorizar los intereses de sus clientes por encima del deber ético de proporcionar una comunicación veraz y transparente al público.
Por ejemplo, una firma de relaciones públicas que represente a una empresa tabacalera puede enfrentarse a dilemas éticos si se le pide que promueva los beneficios para la salud de determinados productos de tabaco, aunque al hacerlo pueda contribuir a un daño público.
La manipulación de la información (o la presentación estratégica de la información para moldear la percepción del público) es otro ámbito de preocupación ética. Si bien presentar la información de manera favorable es una táctica legítima de relaciones públicas, manipular los hechos para engañar o confundir al público es una conducta poco ética.
Los profesionales de las relaciones públicas deben tener cuidado de no distorsionar los hechos ni engañar al público con el objetivo de obtener beneficios a corto plazo, ya que esto puede erosionar la confianza y dañar su reputación a largo plazo.
Mejores prácticas para mantener la ética en las relaciones públicas
- Adhesión a un código de ética: las organizaciones de relaciones públicas han establecido códigos de conducta que proporcionan pautas éticas para los profesionales PR. La adhesión a estas pautas garantiza que los profesionales de las relaciones públicas mantengan estándares éticos en su trabajo.
- Priorizar la transparencia: Procure siempre mantener una comunicación abierta y honesta, incluso cuando dé malas noticias o aborde una crisis. Ser sincero genera credibilidad y evita daños a largo plazo a la reputación de un cliente.
- Equilibrar la defensa de los intereses de los clientes con la integridad: Representar los intereses de un cliente es importante, pero las relaciones públicas éticas exigen encontrar el equilibrio entre la defensa de los intereses de los clientes y la veracidad. Asegúrate de que la defensa de los intereses de los clientes no se produzca a expensas de proporcionar información precisa.
- Compromiso con el bien público: Los profesionales de relaciones públicas éticos reconocen su deber no sólo con sus clientes, sino con la sociedad en su conjunto. Las decisiones deben tomarse teniendo en mente el interés público.
En el mundo acelerado y saturado de información de hoy, el papel de la ética en las relaciones públicas es más crítico que nunca. Equilibrar la transparencia y la promoción es un desafío que todo profesional de las relaciones públicas debe afrontar. Al comprometerse con los estándares éticos, los principales profesionales PR pueden generar confianza con el público, representar a sus clientes de manera eficaz y contribuir a un discurso más honesto y transparente.
Mantener este equilibrio no solo es lo correcto, sino que también es esencial para el éxito a largo plazo en la industria.
Fuente: Business Wire, “Ethical Considerations in Public Relations: Balancing Transparency and Advocacy”. Big News Network
https://www.bignewsnetwork.com/news/274614662/ethical-considerations-in-public-relations-balancing-transparency-and-advocacy