Los avances tecnológicos en las relaciones públicas, como el uso de la inteligencia artificial y big data, han puesto en el centro del debate la importancia de la ética. En un entorno marcado por la digitalización, la desinformación (fakenews) y la diversidad de públicos, los profesionales de este sector se enfrentan a dilemas morales cada vez más desafiantes.
Un reciente estudio de la Comisión de Educación en Relaciones Públicas (CPRE) del 2023 revela que la ética se ha convertido en una de las competencias más demandadas en la formación de los futuros profesionales. Los resultados de esta investigación son contundentes: la ética ha superado a otras áreas de formación, convirtiéndose en una exigencia ineludible.
¿Por qué es tan importante la ética en las relaciones públicas?
Las relaciones públicas son una herramienta fundamental para cualquier organización, ya sea una empresa, una institución gubernamental, una ONG o cualquier otro tipo de entidad. Su importancia radica en su capacidad para construir y mantener relaciones sólidas con los diversos stakeholders de la organización, como clientes, empleados, inversores, medios de comunicación, comunidades locales y el público en general.
En cuanto a los aportes en las relaciones públicas, podemos mencionar lo siguiente:
Credibilidad: La ética es el fundamento de la confianza. Los profesionales de las relaciones públicas deben garantizar la transparencia y la honestidad en su comunicación para mantener una reputación sólida.
Toma de decisiones: En un entorno cada vez más complejo, la ética proporciona un marco de referencia para tomar decisiones difíciles y evaluar las consecuencias de nuestras acciones.
Prevención de crisis: Identificar y abordar los problemas éticos de manera proactiva puede ayudar a prevenir crisis reputacionales.
Mayor calidad en la toma de decisiones: Los profesionales con una sólida formación en ética son capaces de evaluar las implicaciones éticas de las decisiones estratégicas.
Mejora de la reputación: Una cultura organizacional basada en la ética fortalece la reputación de la empresa a largo plazo.
Atracción y retención del talento: Los profesionales jóvenes valoran cada vez más las empresas que promueven una cultura ética.
Para responder a estos desafíos, es fundamental que los programas de formación en relaciones públicas incluyan una sólida base en ética. Los futuros profesionales deben desarrollar habilidades de pensamiento crítico para analizar situaciones complejas, identificar dilemas morales y tomar decisiones informadas.
La ética es un componente esencial de las relaciones públicas modernas. La formación en valores debe ser una prioridad en los programas académicos y en la formación continua de los profesionales del sector. Al desarrollar una sólida cultura ética, las organizaciones pueden construir relaciones más sólidas con sus públicos y contribuir a un futuro más sostenible.